domingo, 28 de diciembre de 2014

Lenta decadencia.

Ocurrió de nuevo.
Ocurrió tan rápido que cuando quise darme cuenta, ya era demasiado tarde para detenerme.
Volví a obsesionarme.
Caí en la rendición.
Lo cierto es que jamás salí del todo. Tan solo… tan solo me las he ingeniado para encontrar la manera de camuflarlo todo.
Las cicatrices.
El dolor.
La rabia.
La ira.
El odio.
La tristeza.
Estaba tranquila. Bueno, lo mínimo que se puede estar en un caos constante como este.
Me hallaba en ese estado de ‘’estoy bien pero ambas sabemos que es mentira, tan solo estas intentando engañarme, engañarte a ti con falsas palabrerías, tarde o temprano, más pronto que tarde, se te caerá la fachada y volverás a estar hecha añicos y entonces, apareceré yo, para aprovecharme de tu vulnerabilidad’’.
Y así ocurrió.
A una velocidad imaginable, a unos pasos intangibles, hizo acto de presencia, me saludó con una sonrisa burlona y en menos de un segundo mi mente se contaminó de pensamientos oscuros, me invadieron de nuevo todas aquellas cosas que con tanto esfuerzo intentaba desechar.
Por lo tanto, la historia se repite una vez más.
El círculo vicioso reaparece.
Miedo irracional.
Inseguridades.
Desesperación.
Ansiedad.
Locura.
Ojeras.
Hambre.
Esa puta me parte en dos, me vuelve otra, me reencarno en mi propio mal.
Lo hace a propósito, es consciente de lo mucho que me odio y de lo dispuesta que estoy a acabar conmigo misma con tal de evitar a toda costa dañar a los que me importa.
Las espinas se clavan, mi alma se distorsiona.
Una guerra  entre otras tantas se desata  en mi mente.
El deseo ardiente de hacerme daño, auto infligirme heridas, de provocarme cicatrices para luego observarlas como si fueran lo más esplendido de este mundo. Mi hambre por palpar huesos cada vez que me desnudo, mi ansiedad por ser tan tenue como una pluma. Delgadez.
Y mi sombra, cada día más borrosa, atada entre cadenas grita suplicante una oportunidad, un nuevo comienzo. Intenta convencerme de que es posible quererme a mí misma, que la auto aceptación y la felicidad no son tan inverosímiles como a mi parecer si lo son.
Deambulo por el pasillo persiguiendo a mi reflejo, al final del camino se haya una puerta desgastada de color escarlata con una aldaba de cobre en el centro.  Me acerco, abro la puerta, y me encuentro en una habitación saturada de láminas de cristal, como la Luna, esa Luna a la que tantas veces embelesada por su belleza cada noche, le escribía sonatas hasta que decidía marcharse.
Pero la figura reflejada en las láminas no es la delicadeza y palidez de la Luna, al contrario, es la ilustración más repulsiva que haya podido conservarse.
Yo.
Cristales rotos caen por toda la habitación.
Sangre.
Silencio.

Veintiocho de diciembre del catorce.
4:04 am.
Collie.







sábado, 20 de diciembre de 2014

'I still think about who I was last summer' - Old…: http://youtu.be/ZfxFxE4i4kE

sábado, 29 de noviembre de 2014

Rosse.

Creo que mi vida ya ha estado suficientemente llena de frialdad como para convivir con personas más frías aún.
Mi mente me va a llevar a una catástrofe final y no habrá dios que lo impida.
Me matan las ganas de saber qué es lo qué pasa conmigo, qué es lo que tengo que hace que me comporte de esta manera sin poder controlarlo.
Mis múltiples personalidades, mis infinitas emociones cambiando cada minuto... esta maldita locura.
Sé que apenas este es el principio del infierno, que sobrevivo gracias al poco autocontrol que me tengo, no quiero imaginarme que pasará conmigo cuando Rosse consiga tomar las riendas de mi vida por completo.
No sé de qué manera lograr que entiendan que estoy mal y necesito de su ayuda, que no quiero seguir conviviendo con esta máscara que lentamente me está matando, que no quiero seguir ocultando lo que verdaderamente soy, que es morir o salvarme de una vez por todas.
A la vez la culpa me carcome, no tengo derecho a estar así, no tengo motivos, no hay una causa que justifique este estado vegetativo en el que me hayo, joder, que quiero salvarme pero tengo miedo de que conozcan a mi demonio, tengo miedo de que la descubran.
Una gran contradicción, como todo en mi vida.
Lo siento, no es mi intención haceros daño, de verdad lo siento, por eso me mataré poco a poco hasta desaparecer, hasta no ser más que huesos y polvo, hasta ser libre, siendo aire.
Me entregaré a Rosse y a sus espinas, ella me ayudará en mi camino hacia la autodestrucción.
No quiero seguir colgando de este hilo de inestabilidad.
No quiero seguir viviendo.

Veintinueve de noviembre del catorce.
Collie.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Sin fecha.

Otra vez lo mismo.
Otra vez estoy al borde del abismo.
Yo también quisiera salir corriendo, y al final del camino encontrar unos brazos cálidos que repare todos mis pedazos rotos.
Pero por contra lo único que podría suceder es que cayera más bajo aún.
Me desmorono, y no hay nadie a quién le importe.
Mis ojos se cristalizan, y no hay nadie que lo note.
En días como hoy se hace difícil respirar, ser perseverante y aguantar la tormenta.
Mis pensamientos se desbordan sin embargo no encuentro nada que pueda escribir y resulte coherente.
Difícil es explicar la soledad, de como esta te asfixia hasta dejarte examine, de como a veces no te queda otra opción que entregarte a ella, porque miras a tu alrededor y están todos pero no hay nadie.

Un día como otro cualquiera.
Collie.

sábado, 11 de octubre de 2014

Transformacion; tortura.

Puedo sentir como mi corazón se  termina de desgarrar poco a poco, y no termino de entender, si ya no quedaba rastro de sus latidos.
Las palabras se enredan y ya no sé que decir, el folio se cansó de mis tristes relatos.
No hay nada que pueda hacer, nada que pueda cambiar.
Seguiré atada a esta tristeza infinita y a esta soledad eterna, seguiré con mi sin sentido e insignificante vida, me olvidaré por completo de sonreír.
Hace mucho que no recuerdo el color de los cielos, el paisaje pasa ante mis ojos indiferente, siempre igual, siempre exánime, siempre gris.
Otra noche más bajo a las tinieblas, hace frío allí y cada ráfaga de viento corta mi piel. Sin embargo, ya no sangro, y empiezo a encontrar algo de reconforte en esta oscuridad.
Lentamente se apodera de mi, logró conquistar a mi demonio y ahora cada madrugada juntos susurran en mi oído cantos de sirena, tan hipnotizantes e hirientes a su vez.
¡No, tu no vas a dormir, no puedo permitirte ese lujo de descansar y que dejes de vivir muriendo tu pesadilla! ¡Toma, aquí tienes, una hora de recuerdos de lo que tanto querías pero hice que perdieras, y mira, otra ronda de errores y momentos dolorosos que jamás podrás olvidar ni superar porque yo me encargaré de que  atormenten hasta el último ápice de tu conciencia! ¡Se me olvidaba, que torpe soy, ¿no crees?, haré que el amor se acerque a ti, haré que te ilusiones y te sientas feliz por un momento y después lo alejaré de tu lado, así conseguiré que te sientas patética por creer que puedes ser querida por alguien y seguirás siendo tan insignificante como siempre!
¡Eso es todo por unas horas, mañana procederemos con lentas y dolorosas cuchilladas a tu irreverente alma, hasta oscurecerla paso a paso, hasta que se extinga cualquier sentimiento benigno de ella, y así seas un ser desgraciado por el resto de tu inútil existencia, siendo la tristeza y el odio tu única compañía, aunque que digo, tomate esto como un pequeño gesto de compasión, porque ni eso mereces!.

Doce de octubre del catorce.
Collie.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Capítulo 12.

"Esto es amor. Este es el amor que yo pensaba que era solo poesía antigua y sueños tontos.  Volvió a mirarlo a hurtadillas.  Oigo latir el corazón . Quiero arrastrarme dentro de eso que oigo. Quiero ser la única por la que ese corazón se mueva."

La guardia de medianoche.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Tres años después.

¿Cómo expresar algo que se lleva tan adentro? ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas para describir este sentimiento tan extraño sin que suene mediocre?
Dicen por ahí que el tiempo lo cura todo, que solo se trata de aguantar con perseverancia y aprender a convivir con la realidad, pero han pasado tres años y ninguna de mis heridas han cicatrizado.
Quizás no hablo mucho de ti, quizás casi ni pronuncio tu nombre, quizás no hablo de tus tristes ojos o de tu hermosa sonrisa, quizás casi ni tuvimos relación pero todo ello no significa que no me duele, que no me duela no haber tenido la oportunidad de despedirme.
Yo sé que todavía sigues aquí, que nunca te has ido, estas en las lágrimas que derramamos cuando pensamos en ti, estas en las palabras cuando hablamos de ti, estas al lado de tu hijo, estas al lado de todo aquel que te recuerde, estas en las flores, estas en el viento. Simplemente estas.
Es injusto, es injusto que te hayan arrebatado la vida de esta manera, es injusto que no te hayan dejado quedarte más tiempo. Este mundo esta mal, cada día nos acercamos más y más al final.
Algo va mal cuando a la mínima pueden pegarte un tiro sin motivo aparente.
Algo va mal cuando tenemos miedo de salir a la calle porque nuestra vida depende de ello.
Algo va mal cuando no podemos sentirnos seguros ni en nuestra propia casa.
Algo va mal cuando no podemos expresarnos libremente sin que seamos juzgados o sin que nuestros minutos en este mundo estén contados por hacerlo.
Pero en fin, hay tantas cosas que están mal y que preferimos ignorar.
Te llevo en mi mente desesperadamente y la muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme siempre estaré contigo.
Llegará el día en que todos nos encontremos al otro lado, llegará el día en que nuestras miradas se vuelvan a encontrar, llegará el día en que volvamos a estar juntos, y seremos felices, y no habrán ni lágrimas ni sufrimientos, no habrá dolor ni desgracias, no lo habrá porque será un mundo nuevo, donde las penas no existen y se puede sonreír siempre.
Si, algún día todo esto pasará, porque la única cosa segura que tengo en mi vida es que mis días en este ordinario planeta están contados, los míos y los de todos, solo tienes que esperarme, solo espéranos.
Keko.

Collie.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Capítulo 6.

También se preguntaba que habría más allá del mundo de los vikingos. Había cosas que ella deseaba, cosas completamente inalcanzables para ella. No tenía una palabra para el amor pero sabía que había algo que ella necesitaba, algo más grande que el pueblo, el río o la selva. Tal vez se habría consolado si hubiera sabido que los poetas escriben sobre esos deseos aunque ella estaba segura de que nunca los alcanzaría. Tal como eran las cosas, lo único que sabía era que había momentos de alegría y de deseo que ella quería compartir con alguien que la entendiera, que pudiera hablar un lenguaje que fuera más allá de las palabras y, a veces, saber que esa persona no estaría nunca ahí para ella, le apretaba tanto el corazón que pensaba que estaba por estallar y tenía que enterrarse en la selva para que nadie oyera sus sollozos.
Sin embargo, ese día en particular solo suspiró. Las lágrimas y los deseos no hacían ninguna diferencia. Caminó despacio hacia su casa, por el río, disfrutando del ruido que hacía el barro entre los dedos de sus pies y de los juegos de la luz del sol sobre la superficie del agua.
Había placeres en su mundo y ella no era el tipo de muchacha que los dejaba pasar sin notarlos.

Sarah Jane Stratford.
La guardia de medianoche.

martes, 23 de septiembre de 2014

Insomnio.

Una vuelta más.
Ya van diez.
Podría intentar dormir... pero claro, es más fácil hacerme daño pensando en cosas que no debería.
No lo entiendo, cada día voy más en decadencia.
Doy la vuelta a la almohada, intento ahogar cada recuerdo que pasa por mi cabeza en ella.
A quién quiero engañar, no he cambiado, no he mejorado, sigo siendo la misma niña inestable de siempre.
Pienso en todo, pienso en lo que pasó hoy, en lo de ayer, en el otro mes, pienso en hace tres años.
Con cada minuto que desperdicio intentando encontrar algún sentido a mi insignificante existencia, podría estar soñando con ese mundo ideal que tanto anhelo, pero ya ni durmiendo puedo encontrar paz, mis noches son una pesadilla.
Silencio.
Otra vuelta.
De repente se oye un chillido atenazado que sale desde el fondo de mi pecho, me sorprendo, no lo esperaba, ¿y esta vez qué fue? ¿Otro pedazo de mi frágil corazón se desgarro? ¿Otra maldita apuñalada por la espalda?
Rompo a llorar.
No, no es nada de eso, me siento sola y duele, estoy sola y es triste.
Y quiero que todo esto pare, quiero dejar de sentirme así. Quiero dejar de culparme cada noche, quiero dejar de sentir remordimientos, quiero dejar de odiarme, de equivocarme, de ser tan estúpida. Quiero quererme, quiero que alguien me quiera.
Otra vuelta.
Me calmo, mañana la misma rutina, mañana continua mi monótona vida.
Otro día sin nadie a mi lado, otro día perdido, otro día sin vivir.
Otro día ahogada en la misma tristeza, otro día sin nadie a quien abrazar.
Preparo la máscara que llevaré, ¿ sonriente y adorable? ¿Feliz y amable? ¿Atenta y educada?
Mierda, soy un desastre.
Otra noche sin dormir...

Qué me importa que madrugada es hoy, es triste, como siempre.
Collie.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Agua y fuego.


Quisiera ser agua y recorrer el cielo infinito, quisiera ser lágrima y acariciar tus mejillas como la hiel,
quisiera ser lluvia y erizar tu piel,
tan fría y tan cálida a su vez.
Convertirme en nieve y derretirme en tu frágil sonrisa, ser participe de esta historia sin fin,
repetirla una y otra vez, hasta que quede grabada en mi ser.
Amarte, así como amo el comienzo de un nuevo libro, así como amo los días de lluvia, así como se aman el cielo y las estrellas.
Cerrar los ojos, suspirar, y desear que este sentimiento nunca termine, que tus besos en mi piel no sean efímeros.
Descubrir cada pequeño secreto que se esconde en tu cuerpo, acariciarte y escribir un poema a tu mirada, tocar tus labios y convertirnos en fuego.
Es maravilloso.
Es eterno.

Diecinueve de septiembre del catorce.
Collie.

viernes, 29 de agosto de 2014

La maldición de Hades.

Pero cómo lograr cerrar mis párpados si cada recuerdo se transforma en pesadilla,
si en cada vano intento mi alma protesta y suspira.
A cada paso que doy,
la noche se vuelve más insípida
y las tardes son una agonía, cada vez más sombrías.
No sé si soy yo que ya no soy capaz de sentir otra cosa que no sea melancolía,
o es que mi corazón se apagó hasta convertirse en monotonía.
Tan solo puedo dejarme llevar por este vil deseo de volver a ser querida,
de volver a sentir tus pupilas abrazando las mías.
Cruel tiranía, cruel destino, cruel soledad,
culpa es vuestra por quemar hasta el ultimo rastro de bondad de mi ser,
culpa es vuestra que me conforme con esta soberanía,
no pudiendo conciliar de nuevo el sueño,
no pudiendo mis latidos volver a ser serenos.
Siendo la desgracia hoy mi pan de cada día.

Dieciocho de septiembre del catorce.
Collie.

Últimamente...

Últimamente tan solo tengo palabras para sobrevivir,
Últimamente mi sustento es escribir,
Plasmar mis sentimientos en un papel, dejar que las palabras fluyan y el  tiempo me excluya.
Mis ojos ya no son lo que fueron una vez, la ilusión se fue, la alegría se esfumó, el valor desapareció y la melancolía me atrapó.
Cómo hacerle trampas al olvido,
Cómo olvidar lo vivido en un suspiro
Si me he derramado en un millón de lágrimas que no harán que vuelvas, si ya no estarás para susurrarme al oído 'no caigas, vuela'.
Ya no sé lidiar con lo que me queda sin ti, los días pasan fríos, veloces, sin fin, es un sin vivir.
Camino con la esperanza de que algo cambie,
De que esta monótona rutina sea menos insoportable,
De que llegue el día en el que pueda ser libre, y volar con las hojas del otoño, de liberar mi pensamiento y volver a sentirme infalible.

Últimamente mido mi felicidad en las veces que te recuerdo,
cuando mi pensamiento se vuelve sereno, y puedo volver a oír el sonido de las olas golpeando las rocas, y más allá del mar, tus ojos me buscan y dicen:
Ven, te estoy esperando,
la muerte nos hará eternos.

Veintinueve de agosto del catorce.
Collie.