lunes, 29 de septiembre de 2014

Capítulo 12.

"Esto es amor. Este es el amor que yo pensaba que era solo poesía antigua y sueños tontos.  Volvió a mirarlo a hurtadillas.  Oigo latir el corazón . Quiero arrastrarme dentro de eso que oigo. Quiero ser la única por la que ese corazón se mueva."

La guardia de medianoche.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Tres años después.

¿Cómo expresar algo que se lleva tan adentro? ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas para describir este sentimiento tan extraño sin que suene mediocre?
Dicen por ahí que el tiempo lo cura todo, que solo se trata de aguantar con perseverancia y aprender a convivir con la realidad, pero han pasado tres años y ninguna de mis heridas han cicatrizado.
Quizás no hablo mucho de ti, quizás casi ni pronuncio tu nombre, quizás no hablo de tus tristes ojos o de tu hermosa sonrisa, quizás casi ni tuvimos relación pero todo ello no significa que no me duele, que no me duela no haber tenido la oportunidad de despedirme.
Yo sé que todavía sigues aquí, que nunca te has ido, estas en las lágrimas que derramamos cuando pensamos en ti, estas en las palabras cuando hablamos de ti, estas al lado de tu hijo, estas al lado de todo aquel que te recuerde, estas en las flores, estas en el viento. Simplemente estas.
Es injusto, es injusto que te hayan arrebatado la vida de esta manera, es injusto que no te hayan dejado quedarte más tiempo. Este mundo esta mal, cada día nos acercamos más y más al final.
Algo va mal cuando a la mínima pueden pegarte un tiro sin motivo aparente.
Algo va mal cuando tenemos miedo de salir a la calle porque nuestra vida depende de ello.
Algo va mal cuando no podemos sentirnos seguros ni en nuestra propia casa.
Algo va mal cuando no podemos expresarnos libremente sin que seamos juzgados o sin que nuestros minutos en este mundo estén contados por hacerlo.
Pero en fin, hay tantas cosas que están mal y que preferimos ignorar.
Te llevo en mi mente desesperadamente y la muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme siempre estaré contigo.
Llegará el día en que todos nos encontremos al otro lado, llegará el día en que nuestras miradas se vuelvan a encontrar, llegará el día en que volvamos a estar juntos, y seremos felices, y no habrán ni lágrimas ni sufrimientos, no habrá dolor ni desgracias, no lo habrá porque será un mundo nuevo, donde las penas no existen y se puede sonreír siempre.
Si, algún día todo esto pasará, porque la única cosa segura que tengo en mi vida es que mis días en este ordinario planeta están contados, los míos y los de todos, solo tienes que esperarme, solo espéranos.
Keko.

Collie.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Capítulo 6.

También se preguntaba que habría más allá del mundo de los vikingos. Había cosas que ella deseaba, cosas completamente inalcanzables para ella. No tenía una palabra para el amor pero sabía que había algo que ella necesitaba, algo más grande que el pueblo, el río o la selva. Tal vez se habría consolado si hubiera sabido que los poetas escriben sobre esos deseos aunque ella estaba segura de que nunca los alcanzaría. Tal como eran las cosas, lo único que sabía era que había momentos de alegría y de deseo que ella quería compartir con alguien que la entendiera, que pudiera hablar un lenguaje que fuera más allá de las palabras y, a veces, saber que esa persona no estaría nunca ahí para ella, le apretaba tanto el corazón que pensaba que estaba por estallar y tenía que enterrarse en la selva para que nadie oyera sus sollozos.
Sin embargo, ese día en particular solo suspiró. Las lágrimas y los deseos no hacían ninguna diferencia. Caminó despacio hacia su casa, por el río, disfrutando del ruido que hacía el barro entre los dedos de sus pies y de los juegos de la luz del sol sobre la superficie del agua.
Había placeres en su mundo y ella no era el tipo de muchacha que los dejaba pasar sin notarlos.

Sarah Jane Stratford.
La guardia de medianoche.

martes, 23 de septiembre de 2014

Insomnio.

Una vuelta más.
Ya van diez.
Podría intentar dormir... pero claro, es más fácil hacerme daño pensando en cosas que no debería.
No lo entiendo, cada día voy más en decadencia.
Doy la vuelta a la almohada, intento ahogar cada recuerdo que pasa por mi cabeza en ella.
A quién quiero engañar, no he cambiado, no he mejorado, sigo siendo la misma niña inestable de siempre.
Pienso en todo, pienso en lo que pasó hoy, en lo de ayer, en el otro mes, pienso en hace tres años.
Con cada minuto que desperdicio intentando encontrar algún sentido a mi insignificante existencia, podría estar soñando con ese mundo ideal que tanto anhelo, pero ya ni durmiendo puedo encontrar paz, mis noches son una pesadilla.
Silencio.
Otra vuelta.
De repente se oye un chillido atenazado que sale desde el fondo de mi pecho, me sorprendo, no lo esperaba, ¿y esta vez qué fue? ¿Otro pedazo de mi frágil corazón se desgarro? ¿Otra maldita apuñalada por la espalda?
Rompo a llorar.
No, no es nada de eso, me siento sola y duele, estoy sola y es triste.
Y quiero que todo esto pare, quiero dejar de sentirme así. Quiero dejar de culparme cada noche, quiero dejar de sentir remordimientos, quiero dejar de odiarme, de equivocarme, de ser tan estúpida. Quiero quererme, quiero que alguien me quiera.
Otra vuelta.
Me calmo, mañana la misma rutina, mañana continua mi monótona vida.
Otro día sin nadie a mi lado, otro día perdido, otro día sin vivir.
Otro día ahogada en la misma tristeza, otro día sin nadie a quien abrazar.
Preparo la máscara que llevaré, ¿ sonriente y adorable? ¿Feliz y amable? ¿Atenta y educada?
Mierda, soy un desastre.
Otra noche sin dormir...

Qué me importa que madrugada es hoy, es triste, como siempre.
Collie.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Agua y fuego.


Quisiera ser agua y recorrer el cielo infinito, quisiera ser lágrima y acariciar tus mejillas como la hiel,
quisiera ser lluvia y erizar tu piel,
tan fría y tan cálida a su vez.
Convertirme en nieve y derretirme en tu frágil sonrisa, ser participe de esta historia sin fin,
repetirla una y otra vez, hasta que quede grabada en mi ser.
Amarte, así como amo el comienzo de un nuevo libro, así como amo los días de lluvia, así como se aman el cielo y las estrellas.
Cerrar los ojos, suspirar, y desear que este sentimiento nunca termine, que tus besos en mi piel no sean efímeros.
Descubrir cada pequeño secreto que se esconde en tu cuerpo, acariciarte y escribir un poema a tu mirada, tocar tus labios y convertirnos en fuego.
Es maravilloso.
Es eterno.

Diecinueve de septiembre del catorce.
Collie.