sábado, 28 de febrero de 2015

Sirena

Sirena tu, piel morena,
vestida con los ropajes de la Luna llena.

Me preguntaste por qué volví
entonces las palabras se estancaron
entre mis labios y mi mente
y aunque el amor nos tenía frente a frente
fue entre mis párpados donde te vi.

Al fin mis palabras intrépidas
se aventuraron al abismo
entre mis labios,
olvidado siempre presente.
Resurgirán, creéme
de las raíces de la tierra
en aroma de flores,
en burbujas de peces
que al respirar sienten
la inmensidad de tus llantos
mezclados con las tragedias
de mis poemas,
esos que traen y llevan
un navío
en un océano nuevo
de tus labios perdidos.

Quién pensaría que esos recuerdos
me llevarían a ese mar
inmenso de rocas por costa
y oleaje con música de beso
que me impregna de eso
que dijiste una tarde de invierno:
''Nunca es tarde para ser
lo que debemos hacer,
siendo lo que hacemos''.


Piel morena, palabra inquieta:
las gotas del atardecer
se precipitaron como sangre
de lluvia y de pronto
eran máculas en mi piel
de algodón,
aunque para mis labios la hiel
nunca nos visitaba tarde.
Por entonces, hasta siempre,
enterrada entre las piedras
de tu alma que esconde el coral
adornado con peces como collar.

Tantos eran los recueros... caían
se precipitaban de mis párpados
a mis labios formando cascadas
de película en cintas transparentes.
Clak, click, puck, puck. Boom
Una estrella detrás de otra.
Ya teníamos canción
-Boom... bmmm...bmmm-
risas y dolor
sangre y flor
tragedia y verdad
en fin, todo lo que esconde el amor
es tu risa y tu andar,
mi algodón, tu sangre,
nuestra amistad
que hace 365 días no tenía un mañana.
Tan solo un vaivén
de recuerdos que traían
tu voz alegre
arrancada de la niñez.

Esperaremos por siempre,
aunque no existan.
No respiren, no florezcan
tales flores que traerán
la primavera con sus lluvias,
tormentas y arcoiris.
¿Acaso tu perfume a mora?
Aromas
con potencia de terremoto
que me trasladan a esa tortura
que mis huesos
tienen miedo a sentir
si  me vuelves a preguntar
por qué volví.




Fue un golpe de suerte el conocerte y más fue reconocerte entre la oscuridad del círculo añil entre mil perlas reflejadas en el mar, cuando lo único que anhelabas era un cielo donde volar.




BY: KRL

-Últimos días del segundo-
2015

jueves, 26 de febrero de 2015

Cuando creía que llovía.

En el sortilegio de la noche;
Me tocaba armoniosos acordes, acariciaba cada tecla, cada nota en mi piel
fue frustrante despertarme y darme cuenta de que no fue más que una ilusión
una traición de mi subconsciente, un vano intento de abandonar la realidad.
Sus manos eran tan ásperas y delicadas como las hojas de un prodigioso libro,
sus labios, la cárcel de mis suspiros.
Lo que más me gustaba era observar su embelesante rostro, poseía de una mirada capaz de desarmarme por completo, de desnudarme y de trastocar mi existencia en un absurdo.
Sin embargo, ¡cómo no caer rendida ante las olas de semejante océano encrespado.!
¡Y pobre de mi! que me embaucó con la suavidad de sus palabras, con el sonido armonioso de su voz, que me hacía suya con soplarme los cabellos y susurrarme poemas de tierras lejanas, de poetas que escribían de lo imposible, de deseos que jamás lograría alcanzar si no partía al alba abrazada a su espalda.
¡Y ya ni hablemos de su frialdad! De cómo esta me excitaba hasta lo inconcebible, hasta quemarme, hasta conseguir que mi sangre hirviera.
Disfrutaba viéndome caer en sus redes, sabía que era vulnerable ante sus besos y se aprovechaba de ello, me besaba las heridas que el mismo surcó y después se marchaba abriéndolas de nuevo.
Lloré mares cuando le vi regalándole rosas a una sirena, lloré, grité, cuando supe que no clavaría más espinas en mi piel, lloré porque, a pesar de que me hacía más mal que bien, era la única droga sin la que no estaba dispuesta a vivir.
Lloré porque el náufrago de mi derrota está inmerso en otras aguas.
Y le amaba.
Y desperté creyendo que llovía.


Veintisiete de febrero del quince.
2:05 a.m
Collie.



jueves, 12 de febrero de 2015

Solo sabéis distinguir la dureza de mis ojos.

A 355 días de naufragios, de temblores de pestañas, las penas volvieron a ahogarme, sangre inunda afiladas rocas de agua salada, el fondo de este océano escuece mi alma.
De mis cicatrices agrietadas crecen ráfagas de viento que se mecen como olas, olas repletas de coraje y culpa.
En la cima de la nube vuelo como una mariposa con el ala rota, dando tumbos de un lado para otro, cayendo en bellos rosales y clavando espinas por doquier en mi débil cuerpo.
Me perdí, me perdí en innumerables bosques de letras, me perdí en la oscuridad de grandes libros, me perdí y...  no me sé el camino de vuelta a casa.
El tiempo pasa y me dibuja ojeras, caen de mi pelo estrellas como copos, empezó a llover y no tengo zapatos.
Aprisionada por el propio muro que yo forjé, golpeada y abandonada en una esquina de papel, humillada, derrotada por mi propia estupidez, exhausta, fatigada de mi inutilidad,
sola,
atormentada,
me di cuenta de que...
no soy nada.

Carezco de valor alguno, carezco de habilidades predominantes, carezco de fortaleza y de físico de musa. Carezco de gracia, de risa, de belleza. Carezco de vida, carezco de atracción.

Tan solo poseo una mirada capaz de expresar hasta el mismísimo infierno, de unos ojos que, hasta el momento nadie ha podido descifrar, y que cansados ya, se apagan, se desvanecen.
Dos puntos negros que no se atreven a revelar la tristeza y el dolor que se esconden en ellos, dos puntos negros que temen, que huyen de su oquedad.

Y de un cuerpo que, cada día pesa más.




Doce de febrero del quince.
23;52.
Collie.

domingo, 1 de febrero de 2015

Son días.

La verdad:
Ya no le veo sentido a la vida. Quizá sea una cometa que se mueve donde le dirige el viento. No pienso que la música me entiende. Soy más de pensar que soy yo la que entiendo y la elijo. Y sé que tenemos diferentes gustos. La gente tiene gustos distintos a los míos y los respeto, aunque el cantante sea un puto cabrón y follador de mierda. Si te gusta y eres feliz...
¿Pero  mi música te hace daño?
Tu escuchabas Heavy Metal a mi edad. 
No sé que puto problema ves que yo escuche Rap.
A que me vista así. Sí, ya sé que vistes más formal ...
Mi ropa no  me incomoda, Quizá esto se vaya, o quizá no. Ojalá se quede para siempre.
Quiero y necesito que entiendas que esta ropa no me lastima. No eres tú quien la usa.
Si le molesta a tus ojos, pues ea...
Yo soy feliz. No soporto tus ojos mirándome con desprecio cuando entro así  por la puerta de casa.
¿No lo entiendes? ¡Me desespera!
No sabes lo que es llegar a casa y que me traten como si fuese el ama de llaves. ¡Joer!
No tengo por qué ocuparme de tus asuntos. Acepto que no tengas tiempo.
Pero, estás malgastando el mío. Soy joven.
Intento disfrutar de todo lo que puedo y debo.
Pero no, ya no puedo más con esto.
Tengo que salir de aquí. ¿Tengo que pasarme la vida así, llevando bolsas pesadas de la compra de un lado al otro mientras tu duermes?
Déjame hablar un rato, déjame expresarme y deja que mi sufrimiento vea el brillo de tus ojos.
Convierte tus ojos en cálidos cuando te lo cuente. Quiero y necesito contártelo, que estés ahí y lo comprendas. Que me abraces y me beses en la frente diciendo un TE QUIERO realmente sincero y diciendo que lo sientes. Que todo va a ir bien. Que es verdad lo que dices. Ojalá y eso fuera cierto.
¿Ves ahora porqué no te cuento nada? ¡Por el amor de Dios!¿Es que acaso estás ciega?
Sufro. Estoy sufriendo por tu culpa. Esto es agobiante.
Tal vez si llorar fuese suficiente para que ese agobio por fin se marche...
No me haces  caso.
¿No te importa lo que te cuento?
Déjame contártelo y sentir que tus ojos por fin se tornan cálidos.
Por favor, déjame contarlo y préstame atención.
Déjame sentir que tus ojos me comprenden.
Por favor. Quiero sentirlo. Al menos una vez.
Déjame pensar que  tengo otro pilar en el que apoyarme para no desvanecer, para no fracasar.
(Mamá)
Déjame mostrarte que soy un ser humano.
http://papelesporescribir-bykrl.blogspot.com/2013/03/son-dias.html


By:  KRL
12.Marzo.2013
22:15h
Para Collie.